En las primeras pruebas Schüssler se dio cuenta que iba por buen camino y continuó trabajando con entusiasmo. La mayoría de tratamientos fueron un éxito rotundo, incluso en casos donde otros tratamientos habían fracasado. Trató a más de 1000 niños con Difteria utilizando cloruro potásico, mientras que otros médicos, con sus métodos habituales perdían paciente tras paciente a causa de esta enfermedad.
Las 12 sales minerales son sales pulverizadas con lactosa, no las deben tomar personas intolerantes a este ingrediente. Una de las condiciones más importantes para el buen efecto de las Sales de Schüssler es la absorción de la sustancia a través de la mucosa bucal. Se puede tomar diluida con agua y a sorbos pequeños y lentos o bien dejar la pastilla en la boca hasta que se disuelva.Dolencias agudas.En dolencias agudas, como náuseas o el inicio de una faringitis es importante que se tomen los comprimidos con frecuencia (inicialmente). Esto quiere decir 1 comprimido cada 5 minutos.
Este método tiene éxito rápidamente, sobretodo si empezamos a tomar los comprimidos con los primeros síntomas.
Cuando los síntomas empiecen a debilitarse debemos reducir la dosis a cada hora o 2 horas y finalmente 1 comprimido 3 veces al día.
Dolencias crónicas.Bebés: Según la intensidad de los síntomas, 1 comprimido (disuelto con agua para formar una pasta que se aplicará en los labios) 1 o 2 veces al día.Niños: (2 a 8 años) 1 comprimido 2 o 3 veces al día hasta mejoría.Adolescentes y Adultos: 2 comprimidos 3 veces al día hasta mejoría.
Cuando tenemos que combinar diferentes sales, como pasa con las “curas de schüssler” tomaremos 1 sal por la mañana, 1 a medio día y 1 por la tarde-noche.
El 7 caliente.
Además del modo tradicional de toma existe otro de aplicación particular: se disuelven los comprimidos en agua caliente. Esta forma de ingestión se ha demostrado muy efectiva especialmente para la sal número 7 (Magnesium phophoricum), de aquí el nombre de “Siete Caliente”.
Para hacerlo hay que colocar 10 comprimidos (5 para los niños) en una taza y añadir agua caliente. Remover los comprimidos hasta diluirlos. Beber la solución a sorbitos pequeños para facilitar la absorción de los minerales.
LAS 12 SALES DE SCHÜSSLER
Nr. 1. Calcium fluoratum.
Ayuda en los problemas de piel, uñas y huesos.
Nr. 2. Calcium phosphoricum.
Ayuda a la cicatrización, curación y el crecimiento.
Nr. 3. Ferrum phosphoricum.
Inflamaciones y lesiones.
Nr. 4. Kalium chloratum.
Eficaz para las membranas mucosas.
Nr. 5. Kalium phosphoricum.
Fortalece los músculos y nervios.
Nr. 6. Kalium sulfuricum.
Inflamaciones crónicas y problemas cutáneos.
Nr. 7 Magnesium phosphoricum
Dolores y calambres.
Nr. 8. Natrium chloratum.
Regula el metabolismo líquido.
Nr. 9. Natrium phosphoricum.
Estabiliza el metabolismo.
Nr. 10. Natrium sulfuricum.
Ayuda a la desintoxicación y la excreción.
Nr. 11. Silicea.
Refuerza tendones, cartílagos y huesos.
Nr. 12. Calcium sulfuricum.
Drena el líquido infectado / flujo de pus.
Wilhelm
Heinrich Schüssler nació en Bad Zwischenahn, cerca de Oldenburg
(Alemania) en 1821. Debido a los escasos ingresos de su padre, tuvo que
ayudar económicamente a su familia trabajando como profesor de idiomas
durante muchos años. A los 31 años empezó sus estudios de medicina en
París, más adelante, se trasladó a la universidad de Berlín donde
continuó estudiando y finalmente se licenció en Giessen.
En
Oldenburg abrió una consulta médica, donde trataba diversas enfermedades
y ayudaba en partos. Muy pronto se centró en la homeopatía y estuvo
tratando a pacientes durante 15 años, pero Schüssler quería alejarse de
la infinidad de remedios homeopáticos que existían e idear una terapia
en la que se utilizaran pocos medicamentos.
Schüssler se inspiró en una frase de Moleschott* publicada en un trabajo científico que decía; “…las
sustancias que permanezcan después de la combustión de los tejidos
humano y animal, llamadas cenizas, son la base que dan la forma al
tejido y establecen su tipología. No hay hueso sin fosfato cálcico, no
hay cartílago sin sal, no hay sangre sin hierro, no hay saliva sin
cloruro potásico”.
Schüssler quería descubrir qué sales minerales (además de las descritas
por
Moleschott) eran más habituales en el cuerpo. Así que analizó las
cenizas de los cadáveres de un crematorio y averiguó que en los
diferentes tejidos y órganos predominan distintas sales minerales. En el
tejido muscular encontró básicamente fosfato de potasio y fosfato de
magnesio, en las membranas mucosas encontró cloruro potásico (= Kalium
chloratum) y en el tejido óseo encontró fosfato cálcico.
Para
el pensamiento homeopático de Schüssler, esto sólo fue un pequeño paso
hacia la idea de utilizar las sales de un tejido como un remedio para
enfermedades de ese mismo tejido. Por ejemplo, las Sales que se emplean
en las enfermedades musculares son el fosfato de potasio y el fosfato de
magnesio.
Los trabajos de investigación de otros doctores como Virchow, dejaron claro a Schüssler que las Sales debían llegar directamente a las células enfermas. Pero, ¿cómo podrían atravesar la membrana celular? Una vez más, el conocimiento de la homeopatía del Dr. Schüssler contestó a su pregunta; utilizando las diluciones homeopáticas con las Sales así, mediante varias diluciones las sustancias se distribuyen en partículas tan finas que logran entrar en el interior de las células.
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